En lo técnico, es impecable, sobretodo en en estos días en que la animación CGI más que competida, carece de arte, de cuidado, de detalles, de emoción... sí, hay buenos trabajos, pero pocos son tan destacables como los de Pixar.
En lo literario, en estos tiempos en que el público acepta lo que se le de, aún sea lo más mediocre, es de destacarse que, si no es una historia original, novedosa o intrépida, sí lo es que sea contada de una forma que uno la crea como posible, al identificarse con los personajes, y de éstos, captar sus emociones, sus intenciones, sus inflexiones. Ratatouille es una obra maestra de la actuación comparada con otras summer movies de este año.
El resultado de la película es igual a la temática que aborda: cualquiera puede ser animador, pero no cualquiera puede dar el toque, el sentido, el arte, para que su obra destaque sobre el resto. Ratatouille se preparó rápido, pero con cuidado, con ese toque exacto, ni de más de menos, usando elementos conocidos próximos al cliché y al estereotipo pero sin dejarse llevar por ellos, sin pretensiones pero con ambiciones.
Considero que Ratatouille es la mejor película del verano, con el perdón de los fans de Los Simpsons y las summer movies que se estrenen. El arte manda, y Pixar de nuevo pone la pauta a seguir.
... y me dejó con ganas de probar el buen arte culinario... muerte a la comida rápida y congelada...
¿algún buen chef que me recomienden?
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